La delegada territorial de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, María Isabel Baena, ha visitado esta mañana el Banco Sectorial de Tejidos de Córdoba, ubicado en el Centro Regional de Transfusión Sanguínea (CRTS). En su visita, Baena ha recordado que los tejidos humanos son una importante alternativa terapéutica para el tratamiento de numerosos procesos patológicos.

En este sentido, la delegada ha destacado que el Banco de Tejidos de Córdoba inició su andadura en 1992 y desde entonces ha trabajado por garantizar el abastecimiento de estos recursos no sólo a los centros de la provincia, sino también a otras áreas andaluzas como Jaén, Sevilla o Cádiz.

Por ello, desde la delegación quieren animar a los cordobeses a mantener la solidaridad demostrada durante el 2014 y también agradecer el esfuerzo de los profesionales sanitarios. A lo largo del pasado año, el CRTS ha alcanzado buenos niveles en extracción de piezas óseas y ha incrementado la actividad registrada en el Banco de Córneas (Servicio Andaluz de Salud - 20/02/2015).

Para qué sirve

En la visita, Baena ha recordado que una característica fundamental de los tejidos, a diferencia de los órganos, es la posibilidad de almacenamiento y conservación durante periodos más o menos prolongados de tiempo, de manera que su almacenamiento y conservación es una realidad. En este tipo de transplante jugamos con la ventaja de que el tejido espera al enfermo y no al revés como ocurre en los trasplantes de órganos. El Banco de Tejidos de Córdoba se subdivide en seis secciones: el banco de huesos, el de córneas, el de válvulas cardíacas, el banco de vasos, el de membrana amniótica y el de otros tejidos.

Así, por ejemplo, los huesos son el tipo de tejido que más se implanta, fundamentalmente en los recambios de prótesis, tanto de cadera como de rodilla en los que se precisa aporte de hueso, así como hueso estructural o hueso largo para la cirugía de tumores. Los tendones son igualmente otra gran posibilidad en ciertas lesiones articulares. Por otro lado, las válvulas cardiacas tienen su uso en ciertas enfermedades del corazón, tanto en adultos como en niños. Las córneas representan en gran medida la única alternativa para corregir determinados tipos de cegueras. La piel, por su parte, actúa como barrera biológica frente a las agresiones externas, y en casos de pacientes grandes quemados puede salvar sus vidas.

Los vasos sanguíneos (arterias y venas) pueden evitar amputaciones de miembros por dificultad de aporte sanguíneo. Y por último, la membrana amniótica, estructura que forma parte de la placenta, puede utilizarse para coberturas en grandes quemados o como potente cicatrizante de ulceraciones oculares.

La organización funcional de este centro se estructura en base al tejido a tratar. Para todos los tejidos es necesaria la previa aprobación de un protocolo de procesamiento, con los controles de calidad, seguridad y esterilidad necesarios, así como la garantía de los aspectos legales y administrativos (autorizaciones, anonimato, trazabilidad de los tejidos, etc).  

Actividad

Durante el pasado año, el Banco de Tejidos ha extraído 216 córneas, se han procesado 192 piezas óseas; se han recibido un total de 26 corazones de los que se han extraído 18 válvulas aórticas y 21 pulmonares; asimismo se han recibido 24 segmentos vasculares y se han procesado 70 fragmentos de membrana amniótica y también se han procesado 15 fragmentos de esclera procedente de 4 donantes.

Estas cifras son fruto del trabajo de los profesionales del centro regional y también de la colaboración con profesionales de Medicina Preventiva, Microbiología, Anatomía Patológica, Análisis Clínicos, equipos extractores e implantadores y a la Coordinación de Trasplantes del Hospital Universitario Reina Sofía.

La delegada territorial también ha apuntado que cuando hablamos de tejidos es importante que tengamos en cuenta que muchos de los fragmentos o segmentos que nos llegan, no son finalmente útiles. Por ejemplo, gracias a los controles de calidad que tenemos implantados, el 19,8% de las piezas óseas extraídas han sido descartadas por antecedentes clínicos que imposibilitaban la donación, por un autoinjerto con paciente fallecido o por obtener resultados positivos de microbiología.

En este sentido también es llamativo que de los 26 corazones que se han recibido, 6 han sido descartados por antecedentes clínicos o por imposibilidad en el procesamiento del mismo.